Dada la estabilidad economica y el progreso mostrado en la Rep. Dominicana durante la decada de los 30s y 40s. El gobierno acepto recibir Judios en la isla.
Conferencia de Evian 1938:
Frente a este desolador panorama la reunión rindió pocos frutos: se logró que Alemania redujese los trámites de salida para los refugiados judíos, y aunque algunos países latinoamericanos (México y República Dominicana) finalmente aceptaron recibir judíos dentro de sus territorios, los números de refugiados permitidos fueron muy bajos. De hecho, la gran mayoría de países asistentes a la Conferencia rechazó facilitar la llegada de los inmigrantes judíos, siendo así inútiles las presiones para que Alemania permitiera la salida de éstos.
Incluso en República Dominicana, los difíciles trámites burocráticos que para el tránsito de los refugiados se exigían por parte de los países de origen, causaron que la cifra de inmigrantes judíos fuera de apenas 1,200 individuos, mucho menor a la ofrecida inicialmente por este país insular del Caribe, de recibir hasta 100,000 inmigrantes. Estos finalmente lograron establecerse en el poblado de la costa Norte-Atlántica de Sosúa.
Chaim Weizmann, que sería posteriormente el primer presidente de Israel, frente a esta situación anunció tristemente a un periodista del The Guardian de Londres: «El mundo parece estar dividido en dos partes: Una donde los judíos no pueden vivir y la otra donde no pueden entrar»1 2
El gobierno de Adolf Hitler comentó irónicamente que resultaba asombroso como los países extranjeros criticaban al régimen por su trato discriminatorio contra los judíos, pero que ninguno de ellos aceptara recibir judíos como inmigrantes.
Es importante mencionar que aún luego de la Noche de los cristales rotos, un pogromo en contra de todo lo que fuera judío, y encausado por las fuerzas de la SA, las SS, y las Juventudes Hitlerianas, en noviembre de 1938, países como Estados Unidos continuaron con su posición de no recibir a inmigrantes judíos.
INFORMACION EN INGLES / ENGLISH INFORMATION:
Sosua: Haven in the Caribbean: Public information film about the immigration of Jewish refugees from Europe in the Dominican Republic. Jewish refugees work hard to create a prosperous home for themselves in Sosua. Everyone plays a part in the efficient and self-sustaining community that is mainly powered by physical labor. There are several scenes where settlers act as hairdressers and doctors, occupations the settlers most likely had before leaving Europe.
Event Date: 1938-1941
Genre: Documentary
Biography/History:
In 1940, the Dominican Republic's leader, Rafael Trujillo, agreed to accept up to 100,000 European Jewish immigrants, as long as the refugees would be able to contribute to the agricultural economy. With the aid of the American Jewish Distribution Committee (JDC), the Dominican Republic Resettlement Association (DORSA) was formed. DORSA bought land in the small village of Sosua, providing the Jewish refugees with 26,000 acres of land. Each family was given a small amount of land and farm animals. The agricultural community was not greatly successful. The land was difficult to farm and very few refugees arrived in Sosua in the first year of the resettlement act. DORSA director James N. Rosenberg brought several kibbutz workers from Palestine to Sosua to guide the settlers, resulting in the operation of meat and cheese processing plants in the village. Between 1940 and 1945, 5,000 visas were issued for refugees to enter the Dominican Republic. However, only 645 refugees made it to the Dominican Republic.
Production Date: 1941
Notes: Interestingly, the word "Jew" is never used in the film, although Jewish refugees from Europe are obviously the new emigres in question.
Original Archive Number: 200.180
Producer: Dominican Republic Settlement Association, Inc.
Locale: Sosua, Dominican Republic
Source: National Archives and Records Administration (NARA)
Special Collection: Steven Spielberg Film and Video Archive
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